En el silencio de mi habitación aún siento el mormúllo de tu voz, lastimándome con un dulce adiós. Dejándome vacío el corazón.
Casi no duermo y ya he vuelto a fumar. Cada recuerdo es una lágrima. No se cómo hacer para estar de pie siempre me digo que es la última vez.
Y vuelvo a caer cuándo pienso en ti, no soy nada sin ti...
Y no puedo olvidarte si te veo en todas partes si en el último beso, me robaste el aliento. Y no puedo olvidarte si te llevo en la sangre. Sin el último abrazo, aún me pierdo despacio. Y no puedo olvidarte...
No encuentro aún algún antídoto para entender que todo terminó, intento salir de la soledad, darle al destino una oportunidad.
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